La empresa Berlebach fabrica desde 1898 robustos trípodes de madera al estilo alemán. Sus productos son de madera de fresno y altamente resistentes a la intemperie. Los trípodes de madera vibran menos que los metálicos y reaccionan menos a las fluctuaciones de temperatura.
Berlebach ofrece trípodes para fotografía y astronomía. Sus trípodes para telescopio están equipados con los adaptadores adecuados a las monturas astronómicas.
Además, Berlebach pone a su disposición una gran selección de accesorios.
Berlebach
Acoplamiento rápido Conector de liberación rápida 153 (sin placa)
$ 214,00
Berlebach
Acoplamiento rápido Conector de liberación rápida 160 (sin placa)
$ 141,00
Berlebach
Dispositivo de acople rápido modelo 110 con base intercambiable de 40 mm
$ 100,00
Berlebach
Acoplamiento rápido, modelo 140
$ 109,00
Berlebach
Acoplamiento rápido, modelo 150
$ 118,00
Berlebach
Dispositivo de acople rápido modelo 130
$ 104,00
Más información sobre Berlebach
Cuando los yacimientos de mineral se agotaron, la madera de los bosques de los Montes Metálicos se convirtió en la materia prima característica de la región y en un medio de vida para sus gentes. Esta cordillera es mundialmente famosa por la talla tradicional y la fabricación de juguetes y equipamiento deportivo de madera. La historia de Berlebach Stativtechnik y sus trípodes se enmarca en este mismo escenario.
Sus orígenes se remontan a 1898 cerca de la ciudad universitaria y artística de Dresde. Allí, el empresario Peter Otto Berlebach estableció los cimientos de la que hoy es la fábrica de trípodes más antigua de Alemania y, que se sepa, la primera fábrica del mundo que sigue desde sus inicios diseñando y produciendo trípodes de madera. Prácticamente desde su fundación, Berlebach también suministra sus trípodes y accesorios fotográficos de madera al extranjero, como se pone de manifiesto en la publicación Hamburger Export-Handbuch del año 1906. Por aquel entonces el principal destino de las exportaciones era Inglaterra.
En 1918, el fundador de la compañía, Otto Berlebach, se retiró y vendió la empresa a tres antiguos empleados de la fábrica de cámaras Ernemann de Dresde. Los nuevos propietarios, Dittmar, Biskaborn y Heisinger, expertos tanto en manufactura en madera y metal como en técnicas comerciales, volcaron en la empresa todos sus conocimientos del mundo de la fotografía. Mantuvieron la empresa familiar durante muchas décadas. No fue hasta 1972 que se la firma se nacionalizó y pasó a operar como una Volkseigener Betrieb (empresa pública de la República Democrática Alemana) especializada en accesorios fotográficos y cinematográficos. Fabricó todo tipo de trípodes, desde los más ligeros hasta pesados trípodes de estudio, para la RDA y el resto de países del bloque oriental.
Nuevos comienzos
Cuando en 1990 la economía de la antigua RDA se sumió en una nueva era de privatización y la empresa pasó a ser gestionada por la Treuhandverwaltung (administración alemana encargada de privatizar las empresas de dominio público antes de la reunificación), la fábrica de trípodes más vieja de Alemania, sita en Mulda, vio la oportunidad para resurgir y seguir perpetuando su tan eficaz y exitosa tradición. Sin embargo, tuvo que esperar tres largos años de interminables negociaciones hasta que al fin, literalmente en el último minuto, la Treuhandanstalt aprobó su privatización. Wolfgang Fleischer, directivo de la empresa desde 1962 y actual propietario de Berlebach Stativtechnik, logró salvar a la firma de la bancarrota. Compró los terrenos, las instalaciones y el nombre de Berlebach a la administración.
En julio de 1993 retomó la fabricación de robustos trípodes de madera de fresno. A fin de poder hacer frente a la competencia fue necesario invertir en nueva maquinaria para el mecanizado de la madera y del metal. La recientemente privatizada Berlebach Stativtechnik logró despertar un gran interés en su primera aparición en la feria internacional "photokina" de 1994, donde presentó su catálogo de nuevos y optimizados trípodes de madera. Desde entonces su volumen de exportaciones a nivel mundial no ha dejado de crecer, hasta el punto de que hoy ya se distribuyen sus productos en más de 25 países.