Sus anillos lo convierten en uno de los objetos más bellos del sistema solar: Saturno es un gigante con formato. Si un coche que circulase a 100 km/h diera una vuelta completa alrededor de los anillos visibles, tardaría un año entero.
Toda la belleza del planeta de los anillos y de su luna naranja, Titán, se puede apreciar bien con un simple telescopio refractor. No es del todo cierto que los planetas, a diferencia de las estrellas, no brillen por sí mismos: Saturno brilla un poco por sí mismo, ya que emite más energía de la que recibe del Sol.
En 2004, tras un viaje de siete años por el espacio, la sonda espacial Cassini de la NASA se acercó al gigante con sus 30 lunas, la primera visita desde 1981. La sonda llevaba consigo la sonda de aterrizaje europea Huygens, que aterrizó con un paracaídas en Titán, la segunda luna más grande del sistema solar. Sus nubes son tan densas que, hasta la fecha, no sabemos si en su superficie helada hay océanos de metano o etano.
Papel de 200 g, resistente a la luz, con revestimiento mate