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Práctica

Trillizos diferentes y un pez volador

La posición lo es todo: en medio de la Vía Láctea Auriga nos presenta tres cúmulos estelares recogidos en el catálogo de Messier muy cercanos entre sí.

La constelación de Auriga es el hogar de numerosos cúmulos estelares de lo más impactantes. Marcus Degenkolbe La constelación de Auriga es el hogar de numerosos cúmulos estelares de lo más impactantes. Marcus Degenkolbe

Usemos el instrumento que usemos para explorar la constelación de Auriga, el centro de todas las atenciones siempre es el trío de cúmulos Messier, en cuyos interiores y alrededores nos brinda numerosos descubrimientos.

Tres en raya

Con unos binoculares de más de 7° de campo visual es posible ver los tres grandes cúmulos juntos. La mejor manera de encontrarlos es partir de Alnath (β Tau) y desplazarse lentamente hacia el noreste en dirección a θ Aur. A medio camino entre ambas encontraremos al este la línea imaginaria entre M37, M36 al oeste y M38 a otros 2° al noroeste. A primera vista se parecen mucho entre sí, como si de trillizos se tratase: unas manchas nebulosas redondas de prácticamente el mismo tamaño. Si observamos con un poco más de detenimiento, no tardan en apreciarse algunas diferencias tanto en su tamaño y brillo, como en la resolución de estrellas individuales. Así, a través de unos binoculares 10×50 M36 es un cúmulo más denso, más pequeño y algo más brillante que sus vecinos.

Un vistazo más detallado nos revela una mancha nebulosa notablemente más tenue y compacta a 0,5° al sur de M38, que se trata del cúmulo NGC 1907. A 7 aumentos se ve mucho más puntiforme, así que sin duda merece la pena instalar un trípode y observarlo a un factor de aumento alto.

Al sur de la constelación de Auriga hay algunos cúmulos de interés a corta distancia entre sí y aptos para prismáticos. J. Scholten Al sur de la constelación de Auriga hay algunos cúmulos de interés a corta distancia entre sí y aptos para prismáticos. J. Scholten

El pececillo volador

El que tal vez sea el conjunto de estrellas más llamativo de todo Auriga, a 3° al suroeste de M38, nos ofrece ya desde el primer vistazo una observación muy distinta. En este caso, cinco estrellas de entre 4,5 y 6,6 de magnitud crean un patrón de aproximadamente 40'×15' de tamaño, bautizado por los observadores estadounidenses "Flying Minnow" o "Pececillo Volador". Aunque no se trata de un objeto físico, sino de estrellas que están juntas de forma aleatoria, este denominado asterismo se ha catalogado bajo diversos nombres, por ejemplo, Melotte 31 o Harrington 4.

Directamente al este del Pececillo Volador se puede apreciar una tenue mancha nebulosa, que con malas condiciones de observación solo se deja adivinar: el cúmulo estelar abierto NGC 1893. Está integrado en la nebulosa galáctica IC 410, que, no obstante, no se puede ver con binoculares.

Autor: Kay Hempel / Licencia: Oculum-Verlag GmbH