Este espectroscopio de luz transmitida consta de un tubo con una rendija de entrada precisa y una rejilla con 600 líneas por milímetro. Basta con apuntarlo a una fuente de luz: el cielo (espectro solar con las líneas de absorción Fraunhofer), una llama para análisis químicos, espectros de absorción por líquidos, líneas brillantes de tubos de descarga o lámparas...
El espectroscopio de mano es ideal para hacer tangible el principio de la espectroscopia de forma lúdica en el aula o en trabajos de divulgación científica. El espectroscopio es tan robusto que puede pasar por las manos de muchos niños sin sufrir daños durante años. La resistente caja de almacenamiento también garantiza su durabilidad.