¿Qué es un corrector de dispersión atmosférica o ADC (Atmospheric Dispersion Corrector)?
Cuando la luz de las estrellas y los planetas atraviesa la atmósfera terrestre, ésta se descompone a través de la capa de aire. La descomposición varía en función de la longitud de onda de la luz; este efecto se conoce como dispersión. La dispersión provoca la aparición de molestas franjas de colores alrededor de los discos de los planetas. La atmósfera funciona básicamente como la lente de un telescopio con aberración cromática. Lo que, a la inversa, significa que verá franjas de colores incluso aunque use una óptica de alta calidad sin aberración cromática. Y es que el sistema óptico de su telescopio no puede corregir la dispersión de la atmósfera terrestre. Y aquí es donde entra en juego este pequeño instrumento, el ADC: el ADC consta fundamentalmente de dos prismas giratorios de vidrio de silicato. Por así decirlo, los prismas producen su propia aberración cromática, con la que compensan la dispersión atmosférica. Así, el ADC corrige este molesto efecto. Los prismas se pueden ajustar libremente por medio de una pequeña palanca.
¿Quién necesita el corrector?
El efecto de la dispersión atmosférica depende enormemente de la altura a la se encuentre en el cielo el objeto que vamos a observar. Cuanto más bajo esté, más largo será el recorrido de su luz a través de la atmósfera y, con ello, más fuerte la dispersión. Los planetas luminosos no suelen estar demasiado arriba en el cielo, sobre todo cuando se observan desde latitudes altas. Gracias al ADC podrá observar los planetas con gran luminosidad y sin aberración cromática no solo cuando estén bien altos, sino también durante el amanecer y el atardecer, lo que le brinda una gran flexibilidad a la hora de planificar sus observaciones.
Las franjas de colores son solo la característica más llamativa de la dispersión. Pero en fotografía la dispersión también afecta al contraste, como bien se aprecia en las muestras de ejemplo. Cierto que el contraste se puede aumentar al procesar la imagen, pero solo a costa de perder resolución. Dado que el uso de un ADC resulta tan atractivo para practicar fotografía, el accesorio está dotado de una conexión T2 en cada extremo.
Las superficies de las lentes llevan un tratamiento multicapa para garantizar la tan elevada transmitancia lumínica del ADC. Este tratamiento está optimizado para la región comprendida entre los 300 y los 700 nanómetros, especialmente para astrofotografía.
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