Tipo: Enfocador

Generalmente, los oculares y las cámaras presentan un casquillo insertable, que puede ser de dos diámetros diferentes (expresados en la unidad inglesa de medida de pulgadas): 1,25" = 31,8 mm y 2" = 50,8 mm.

El portaocular consta de dos tubos insertados uno dentro del otro de tal manera que pueden deslizarse entre sí con ayuda de una pequeña rueda para enfocar el ocular. Por eso, y también por el hecho de que, además de oculares, también sirve para alojar y enfocar cámaras, este accesorio también se conoce con el nombre de enfocador.

Para algunas prácticas, como la astrofotografía, la precisión de enfoque es primordial y, por eso, se requiere el uso de portaoculares o enfocadores de alta calidad con función reductora. Los enfocadores especialmente concebidos para astrofotografía también suelen presentar una rosca para poder acoplar la cámara en una unión roscada, que es más estable que la que ofrecen los casquillos insertables.
Los portaoculares más sencillos se accionan por medio de una cremallera, que, en las versiones de gama más alta, suele estar biselada y hecha de latón. También los hay que se deslizan mediante presión sobre una superficie especial: generalmente se conocen como enfocadores Crayford.
Otro tipo completamente distinto son los enfocadores helicoidales, que se accionan mediante el giro del tubo interior por medio de un tornillo sin fin (hélice). La ventaja de esta variante es que carece de rueda de accionamiento, lo que puede ser de gran ayuda en algunos casos, por ejemplo en tubos guía.
En general, los enfocadores también pueden motorizarse, lo que contribuye a mejorar la precisión del enfoque y también permite el control remoto del telescopio.