Fascinación por la observación solar

La astronomía no solo es cosa de la noche. Observar el Sol es una actividad de lo más fascinante.

La observación del cielo no solo es cosa de la noche, ya que el Sol también ofrece unas posibilidades increíbles para los astrónomos. De hecho, la observación bajo luz H-Alfa se ha puesto muy de moda recientemente. Y es que los astrónomos aficionados tienen a su disposición una amplia selección de telescopios H-Alfa.

En las noches claras y despejadas el cielo capta nuestra atención y nos hace soñar con mundos a miles de años luz de la Tierra. Pero ¿por qué siempre nos cautiva lo lejano? Uno de los objetos celestes más interesantes está muy cerca de nosotros: el Sol.

Nuestra estrella central ofrece a los aficionados a la astronomía fascinantes observaciones. Es el único astro cuya superficie podemos contemplar directamente con todo detalle. En este sentido, no hay nada en el cielo nocturno que iguale las posibilidades que nos ofrece el Sol. Cuando hablamos de superficie naturalmente no hacemos referencia a una superficie física, sino al "entorno atmosférico", que es lo que realmente vemos del Sol: la fotosfera.

Seguramente ya lo sabe todo el mundo, pero nunca está de más recordarlo: nunca se puede mirar al Sol directamente sin un filtro, ya que de lo contrario los ojos podrían sufrir lesiones incurables. Generalmente, para observaciones bajo luz blanca con el telescopio lo mejor es usar filtros solares para el objetivo, que están disponibles en forma de lámina o de vidrio.

El más popular es sin duda la lámina tratada al vapor, aunque la tiene que montar uno mismo.

Los filtros de vidrio suelen venir ya instalados en una montura de aluminio que se puede acoplar directamente al telescopio. Sin embargo, el nivel de exigencia de calidad óptica de estos filtros es muy alto: Deben estar vaporizados de forma homogénea y presentar una superficie exactamente plano-paralela.

Los filtros de vidrio de peor calidad pueden provocar el denominado error de cuña, una diferencia en el espesor del vidrio que puede desviar y bifurcar el rayo de luz. En definitiva, un filtro malo ofrece una imagen poco nítida del Sol.

... muestra su lado más dramático. Si bien las estructuras visualmente apreciables se mantienen estables durante varias horas, el Sol observado en la línea espectral H-Alfa revela cambios de lo más dramáticos.

Sobre la superficie solar se generan luminosas erupciones que surgen y desaparecen en cuestión de pocos minutos. Oscuros filamentos flotan sobre el Sol y por su borde se pueden apreciar protuberancias, explosiones gigantes de gas con las formas y tamaños más diversos, que a menudo abarcan varias veces el diámetro de la Tierra. Algunas incluso llegan a alcanzar la mitad del diámetro del propio Sol.

Sin embargo, estas erupciones gigantes son muy raras. Las erupciones más pequeñas son mucho más frecuentes. Incluso en épocas de escasas manchas solares se pueden apreciar varias a lo largo del día. Por su parte, las protuberancias están en constante transformación, algo que se aprecia mejor a través de la astrofotografía. Lo ideal es usar cámaras monocromáticas como, por ejemplo, la DMK de Imaging-Source, aunque las cámaras web sencillas también ofrecen resultados admirables.

Antiguamente, los filtros H-Alfa empleaban un disco de ocultación que debía ajustarse con suma precisión. Los filtros modernos permiten ver tanto la superficie como el borde del Sol. El precio de los sistemas para principiantes ronda los 1000 EUR.

Astroshop ofrece productos de los principales fabricantes, desde Lunt, de reciente creación, Coronado, filial de Meade, y la consolidada DayStar, hasta la marca de alta gama Solarscope. Ámbito de especialidad de nuestro experto Bernd Gährken.

La observación del Sol puede ser una actividad de lo más reconfortante, y es que el espectro H-Alfa genera una fascinación adictiva. Durante el verano el Sol está lo suficientemente alto sobre el horizonte como para poder echar un vistazo a las delicadas estructuras sobre su superficie antes o después del trabajo.

Las manchas solares tienen un ciclo vital de 11 años. Actualmente nos encontramos en un periodo mínimo durante el que las manchas son poco frecuentes. Sin embargo, la línea espectral H-Alfa siempre nos abre las puertas a interesantes estructuras. Incluso cuando está más tranquilo, el Sol suele mostrar algunas protuberancias y ciertamente imágenes que bien merecen la pena.

Durante décadas, los filtros H-Alfa para astrónomos aficionados eran totalmente privativos, ya que costaban más de 10 000 EUR, su vida útil era limitada y requerían arduos esfuerzos de mantenimiento. Pero esto cambió con el PST de Coronado. Por primera vez había disponible en el mercado una solución útil por menos de 1000 EUR.

Además de los tres principales fabricantes estadounidenses, Coronado, Daystar y Lunt, en Europa destaca la marca Solarscope, que fabrica sus filtros en lotes pequeños pero de impecable calidad. En nuestro catálogo incluimos la oferta completa de los cuatro fabricantes.