El nuevo reductor de focal Alan Gee II se puede utilizar con cualquier telescopio Schmidt Cassegrain. Gracias a su factor de reducción variable entre 3,5 y 5,9 su uso supone muchas ventajas para el usuario, especialmente en los sistemas CCD.
El deseo de tener "dos telescopios en uno" no es precisamente una novedad pero, por desgracia, las leyes de la física no permiten que esto se lleve a cabo sin tener que renunciar a algo... Un reductor de focal debe velar por la iluminación correcta en el formato reducido de 24x36 (= nivel bajo de viñeteado) y mantener al mínimo los errores de imagen, especialmente el astigmatismo. Además, es necesario que por el lado del ocular permita el acople de accesorios con caminos ópticos más largos, como prismas cenitales y binoculares. El diseño de los reductores estándar de los fabricantes más importantes los hace adecuados solo para distancias mucho más cortas hacia el plano de película, por lo que son incompatibles con cabezales binoculares.
El diseño del reductor Alan Gee II permite que su sistema de lentes se adapte al accesorio utilizado. Para que esto suceda, es necesario introducir este tubo acromático recubierto en el bafle del telescopio, igual que para dedicarse a la fotografía o montar la estructura y soporte de la lente directamente ante la abertura de entrada del binocular, como ocurre en el caso de la observación visual.
Durante la fase de diseño de sus partes mecánicas se ha tenido en cuenta la necesidad de sacar el máximo partido al hueco central del espejo principal con el bafle, sin comprometer la estabilidad de la óptica. A pesar de la estrechez de las paredes, los barriles están bien conectados entre sí por roscas.
Siguiendo los consejos de Roland Christen (del equipo de Astro Physics), Alan Gee ha desarrollado un reductor de focal especial para telescopios Schmidt Cassegrain que cuenta con un sistema óptico totalmente nuevo formado por dos lentes separadas por una capa de aire, con un campo visual aplanado y una distancia focal de 259 mm. Para alcanzar el grado más alto de corrección, deberá, siguiendo las leyes teóricas, situarse como mucho a la mitad de la distancia focal, frente al punto de enfoque del ocular o del plano visual de la cámara. Según Christen, la distancia ideal de imagen desde la superficie de la lente situada en el lado de la cámara hasta el punto de enfoque es de 121 mm. Por eso, los barriles pueden combinarse (o no usarse) según el accesorio que se vaya a utilizar.