Los filtros de colores son una ayuda imprescindible para la observación lunar y planetaria. Aumentan el contraste en diversos detalles que, sin filtro, no serían perceptibles o no se apreciarían bien.
Solucionan dos problemas:
(a) Irradiación: Hace que la línea entre dos zonas de diferente claridad en un objeto se percibe borrosa.
(b) El cerebro tiene dificultades para reconocer los detalles de dos objetos cercanos, con colores similares (aunque tengan intensidades diferentes) haciendo que parezcan un solo objeto. Como astrónomos, debemos evitar esto.
Los filtros de colores solucionan ambos problemas.
En el primer caso, reducen la claridad que recibe el ojo. De esta forma, el objeto se aprecia mejor.
En el segundo caso, al apreciar ambos objetos con un color, se resaltan unos detalles y otros se oscurecen, así, el contraste entre ambos es mayor. Por eso es importante elegir el color apropiado, para resaltar lo que se quiere apreciar.